Pericarditis traumática en vacas y bovinos.

La pericarditis traumática se desarrolla en el ganado debido a una lesión pericárdica. El proceso inflamatorio que acompaña a la lesión sugiere graves consecuencias para el animal, incluida la muerte. Al mismo tiempo, el tratamiento en esta dirección es ineficaz. Por lo tanto, conocer las causas y el desarrollo de la enfermedad es sumamente importante para poder brindar medidas preventivas efectivas.

La prevención es la clave de la salud.

¿Qué es una enfermedad?

La pericarditis traumática es un proceso inflamatorio que se desarrolla en el saco pericárdico y los tejidos circundantes, debido a su daño por objetos extraños. Entran al estómago del animal con comida. Al mismo tiempo, las partes afiladas de tales objetos perforan fácilmente la pared del estómago y, debido a sus contracciones, son empujadas hacia el corazón. Junto con un cuerpo extraño, ingresan diversas microfloras patógenas, lo que provoca inflamación de los tejidos dañados.

Como resultado de las contracciones de la malla gástrica, un objeto punzante puede alcanzar el miocardio o dañar el epicardio. Si durante el movimiento toca los vasos sanguíneos, la sangre se acumula en la cavidad entre el corazón y el saco pericárdico, lo que aumenta la presión sobre el músculo cardíaco. Como resultado, no puede contraerse, lo que provoca un paro cardíaco y la rápida muerte del ganado.

Además, con la inflamación de los tejidos, se puede liberar una gran cantidad de exudado. Su cantidad en el cuerpo de un animal alcanza en algunos casos los 20 litros o más. En este caso, el tipo de selección puede ser:

  • seroso;
  • purulento;
  • seroso-fibrinoso;
  • hemorrágico.

Este derrame se acumula gradualmente en la cavidad pericárdica, impidiendo así el movimiento del músculo cardíaco. En consecuencia, se altera la circulación sanguínea y aumenta la presión en los vasos.

En el caso del exudado seroso-fibrinoso, una gran cantidad de proteína de fibrina flota en el líquido. Cuando ingresa a la cavidad del saco pericárdico, se asienta en sus paredes y en las paredes del epicardio en forma de placas y capas. Si tal proteína comienza a crecer, el pericardio y el epicardio se fusionan, lo que crea aún más estrés en el corazón.

Pericarditis en bovino

Causas

Cabe señalar que la pericarditis traumática ocurre en vacas y otros bovinos con mucha más frecuencia que en otros animales. Puede haber varias razones para esta enfermedad:

  1. Daño al pericardio con un objeto punzante que cayó en la malla del estómago con comida. En los pastos sucios y llenos de basura, junto con la hierba, una vaca puede tragar un alambre, un clavo o una aguja, que perforan fácilmente el pericardio con un borde afilado.
  2. Un fuerte golpe en el esternón. Como resultado de tal golpe, el cofre se comprime fuertemente. Es posible que las costillas sexta y séptima del lado izquierdo no resistan la presión y se rompan. Como resultado, con un borde afilado, pueden dañar el pericardio y los tejidos circundantes.
  3. Una lesión en la que un objeto extraño ingresa al cuerpo desde el exterior.

En cualquier caso, esta enfermedad, por regla general, se desarrolla en el contexto de factores concomitantes. El principal es un aumento de la presión intraabdominal. Los siguientes procesos contribuyen a su aumento:

  • parto. La primera vez después del parto, la presión dentro del peritoneo de la vaca aumenta significativamente;
  • caer boca abajo al suelo;
  • un fuerte golpe en la región abdominal por parte del dueño u otros animales;
  • Apetito descontrolado, que conduce al desbordamiento del proventrículo de la vaca.
  • estrés físico excesivo.

apetito descontrolado

apetito descontrolado

Evidencia

La pericarditis traumática puede presentarse en tres formas diferentes: aguda, subaguda y crónica. Además, esta enfermedad en la mayoría de los casos sugiere la presencia de una fase seca y efusional. El primero de ellos actúa como inicial y dura hasta que el exudado comienza a destacarse de las zonas inflamadas del tejido.

En la pericarditis seca aguda en un animal, en primer lugar, se rastrea un dolor pronunciado. La vaca trata de evitar movimientos demasiado activos y bruscos. Además, el animal cuando está de pie intenta arquear el lomo, más ancho de lo que suele extender las patas, para no crear una presión excesiva sobre la zona dañada del pericardio.

Si en esta etapa escuchas el cofre del ganado, escucharás claramente los siguientes cambios en el trabajo del corazón:

  1. Aumento significativo de la frecuencia cardíaca.
  2. Contracciones fortalecidas del músculo cardíaco, que se manifiestan en forma de choques más distintos.
  3. Un ruido específico similar a la fricción que ocurre durante las contracciones del corazón. Puede aparecer como grietas o rayones. Es creado por el pericardio, en el que las láminas inflamadas se frotan entre sí. En algunos casos, este proceso se puede sentir mediante la palpación de ciertas partes del tórax.

Gradualmente, la forma seca de la enfermedad se convierte en pericarditis por efusión. Con su aparición, el crujido previamente escuchado en la cavidad pericárdica es reemplazado por un chapoteo, lo que indica la presencia de pus líquido u otras secreciones en ella. Los latidos del corazón del animal se aceleran aún más, mientras que los fuertes y distintivos latidos del corazón con el desarrollo de la segunda etapa de la enfermedad disminuyen cada vez más. Paralelamente, el dolor desaparece. Las láminas del pericardio están separadas por líquido y las áreas inflamadas no se tocan entre sí.

Norma y patología.

Norma y patología.

Con una mayor acumulación de exudado, la presión sobre el corazón desde el exterior aumenta significativamente, por lo que no puede expandirse a su tamaño habitual. Esto conduce a un taponamiento. Los ventrículos no se llenan de sangre hasta el final, lo que conduce a su estancamiento y trastornos circulatorios generales. Al mismo tiempo, se rastrean tales cambios en el cuerpo del animal:

  • dificultad para respirar severa;
  • hígado agrandado en tamaño;
  • taquicardia, que se vuelve permanente;
  • caída de presión.

Además, como resultado del estancamiento, se pueden desarrollar bronquitis y coloración azulada de las membranas mucosas del tracto digestivo.

Un signo sorprendente de pericarditis puede ser el comportamiento del animal. Debido a la presencia de sensaciones dolorosas, la vaca se acuesta o se para con mucho cuidado. Al mismo tiempo, intenta levantar el pecho por encima de la pelvis. Al levantarse del suelo, el pecho también se eleva primero, seguido del resto del cuerpo. Durante el curso de la enfermedad, el apetito está completamente ausente o notablemente reducido y la producción de leche se reduce. La vaca puede gemir fuerte al moverse.

Por el hecho de que la sangre se estanca en las venas, hay una hinchazón severa del cuello y la papada. Al sondear el esternón, el animal siente dolor.

El principal método para diagnosticar la pericarditis traumática es la palpación, la escucha y la identificación de las manifestaciones externas de la enfermedad. A la palpación en la región del corazón, el animal siente dolor. Al escuchar se escucha un crujido o roce, que coincide con las fases del corazón. Al mismo tiempo, el músculo cardíaco se contrae mucho más rápido para compensar el llenado incompleto de los ventrículos. Las venas se llenan de sangre y en este contexto se produce edema. Estos puntos ayudarán a distinguir la pericarditis de la pleuresía, que en sus signos característicos es bastante similar a la inflamación del pericardio.

Tratamiento

El tratamiento de la forma traumática de la pericarditis suele ser ineficaz y el animal está decidido a sacrificarse. Pero en algunos casos, los intentos de tratamiento dan ciertos resultados.

En primer lugar, a la vaca se le proporciona paz en un establo separado y se cambia la dieta habitual por una dietética. Se excluyen todos los piensos volumétricos, reemplazándolos con pasto, heno y mezclas líquidas especiales de salvado. Si el animal se niega a comer, se prescribe nutrición artificial.

La vaca descansa en un establo separado.

La vaca descansa en un establo separado.

El curso de tratamiento adicional implica tres áreas principales:

  1. Restauración de la función normal del corazón.
  2. Ralentización y eliminación de procesos sépticos.
  3. Eliminación del exudado del cuerpo.

Se aplica una bolsa de hielo u otra compresa fría al corazón de una vaca enferma y se fija de forma segura. Al mismo tiempo, se inyectan en la vena de 150 a 300 ml de glucosa al 20%. No se recomienda el uso de medicamentos destinados específicamente a corregir el trabajo del corazón. Solo empeorarán la condición del animal.

La sulfanilamida y varios antibióticos se utilizan para retrasar la sepsis y detener el proceso inflamatorio. Para exudar más rápido excretado del cuerpo, se prescriben varios medicamentos diuréticos. Una inyección subcutánea de salicilato de cafeína sódico también tiene un efecto beneficioso sobre el cuerpo de una vaca con pericarditis. Se inyecta en una dosis de 2-2,5 g.

¡Importante! Después del tratamiento, el animal se controla adecuadamente. Si durante algún tiempo la enfermedad reaparece en forma aguda, la vaca se elimina del rebaño.

Prevención

Dado que en la mayoría de los casos el tratamiento no produce el efecto deseado, se debe prestar especial atención a la prevención de la pericarditis no traumática. Consiste en eliminar la más mínima posibilidad de que entren cuerpos extraños en el pienso, así como en crear las condiciones más seguras posibles para la cría del ganado. Las principales medidas en esta dirección incluyen:

  1. Impresión ordenada de fardos de heno envueltos en alambre. Este procedimiento se lleva a cabo en un lugar especialmente designado al que los animales no tienen acceso.
  2. Exclusión de intentos de conectar una cadena de correa rota con alambre. Una opción más segura es sustituir la cadena por una nueva.
  3. Comprobación de la alimentación a granel para detectar la presencia de objetos metálicos. Para hacer esto, la masa de alimentación pasa a través de instalaciones electromagnéticas especiales.
  4. Con la aparición frecuente de pericarditis traumática en el ganado, es necesario examinar periódicamente a los animales con una sonda magnética. Un dispositivo especial le permite eliminar oportunamente alambres o clavos de la malla.
  5. Adición de suplementos minerales y vitamínicos a la dieta, que satisfarán plenamente las necesidades de la vaca. Esto evitará el desarrollo de lizucha, en la que el animal puede absorber varios objetos.
  6. Seguimiento suficiente del estado del ganado y consulta con un veterinario en caso de cambios sospechosos en el comportamiento y apariencia de los animales.

También una medida preventiva importante es la preparación e inspección minuciosa del pasto antes del pastoreo. No se recomienda el pastoreo de ganado en áreas donde haya evidencia de liberación de basura u obras de construcción diversas. En los pastos ordinarios, la inspección y recolección de toda la basura se realiza con anticipación.

Referencia. Para un mejor control de los animales que pastan, se utiliza un método de cría en corral. En una zona de pasto separada se está levantando una valla de liberación rápida que limita el área ya probada y despejada. Mientras las vacas pastan en él, se limpia la siguiente sección.

Conclusión

La pericarditis traumática no sólo reduce significativamente la productividad del animal, sino que también puede provocar rápidamente la muerte. Y dado que es extremadamente difícil curar esta enfermedad, se debe prestar especial atención a las condiciones de cría de los animales, que evitarán el desarrollo de la enfermedad.

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