gallinas británicas

Entre las numerosas razas de pollos, los pollos británicos también son muy populares entre los avicultores aficionados. Pertenecen a la dirección de productividad de la carne y los huevos. En el primer año, las gallinas ponen unos 180 huevos, cuyo peso medio es de 60 gramos. Los pollos adultos alcanzan un peso de dos kilogramos y medio, los gallos ganan hasta cuatro kilogramos de peso vivo. El color del plumaje de las gallinas británicas puede variar. Las plumas son suaves, sedosas y bastante débiles.

Antes de comprar estas mascotas emplumadas, es necesario cuidar cuidadosamente su mantenimiento, preparar la habitación, crear todas las condiciones necesarias para su estancia en el gallinero: equipar nidos, perchas, instalar comederos y bebederos, etc.

Los primeros días es necesario controlar cuidadosamente cómo come el ave: si come bien, cuánto bebe, así como su bienestar, apariencia, condición y comportamiento. Al comprar pollos británicos, es muy importante comprar una cierta cantidad de comida que las mascotas emplumadas comían de los «dueños» anteriores y gradualmente, después de un tiempo, transferirlos a su propia comida casera.

También se debe colocar un recipiente con arena en el gallinero para que las gallinas puedan “nadar” en él, limpiando las plumas y el cuerpo de insectos y parásitos.

Durante los dos primeros días, los pollos británicos necesitan recibir sedantes para que puedan soportar más fácilmente los cambios y acostumbrarse a las nuevas condiciones. Además, al principio, las mascotas emplumadas deben colocarse separadas del resto del ganado. Y solo cuando el ave se acostumbre al nuevo dueño y al nuevo entorno, podrá ser transferido al gallinero a las gallinas de la edad adecuada.

Los pollos británicos deben alimentarse dos veces al día. La primera vez por la mañana, a las siete u ocho, y la segunda a las tres o cuatro de la tarde. Por la noche, se vierte un poco de grano en los comederos y agua fresca en los bebederos.

Para que el ave sea fuerte, sana y productiva, es necesario controlar constantemente su bienestar, cómo come y también proporcionar las condiciones adecuadas para su mantenimiento: temperatura, humedad, ventilación en el gallinero y mucho más.

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