Pollos: Neurolinfomatosis

Criar pollos en una granja significa no sólo obtener productos de ellos en forma de huevos y carne, sino también monitorear constantemente su bienestar y proteger a las mascotas emplumadas de diversas enfermedades, incluidas las virales, entre el ganado. La neurolinfomatosis es muy peligrosa para las aves de corral. Es una enfermedad tumoral altamente contagiosa que afecta negativamente a todos los órganos internos de las gallinas. Esta enfermedad conlleva graves trastornos neoplásicos que se desarrollan en los órganos parenquimatosos.

La neurolinfomatosis aparece principalmente tras un proceso inflamatorio en la región del sistema nervioso periférico que sufren las mascotas emplumadas. Los pollos de todas las edades y razas son susceptibles a la infección.

La enfermedad puede desarrollarse en el cuerpo de un ave durante bastante tiempo. El período de incubación depende de varios factores. En primer lugar, las condiciones externas tienen un enorme impacto sobre el virus. También importa el estado fisiológico del individuo y su edad. Por lo tanto, las razas de pollos con un alto potencial genético tienen más probabilidades de sufrir neurolinfomatosis y, en las mascotas emplumadas jóvenes, el virus se propaga y se desarrolla mucho más rápido.

La enfermedad puede tener una forma clásica o aguda. El curso clásico de la enfermedad implica una forma subaguda o crónica. Las aves en este caso comienzan a cojear, no reaccionan a la luz, tienen ojos grises y parálisis de las extremidades. La muerte de los pollos enfermos puede ocurrir en un mes o prolongarse durante bastante tiempo. Algunas personas viven con neurolinfomatosis durante casi un año y medio.

La forma aguda de neurolinfomatosis avanza en la mayoría de los casos mucho más rápido que la clásica, aunque a veces hay excepciones y la enfermedad se manifiesta solo después de cuatro o cinco meses. La tasa de mortalidad alcanza el 46%. Las aves infectadas reducen la producción de huevos, se vuelven demacradas, no pueden mantener la postura y pierden el apetito.

La neurolinfomatosis es bastante difícil de tratar, por lo que los expertos recomiendan deshacerse de estos pollos sacrificándolos. Esto evitará la propagación de la enfermedad y reducirá el riesgo de que se manifieste en otras personas. La excepción son los polluelos, que puedes intentar salvar. Para su tratamiento, es necesario utilizar cepas de herpes patógenas naturales o atenuadas por vía intramuscular o una vacuna contra el virus del herpes benigno. Permitirán que las gallinas combatan el virus.

Como medidas preventivas para prevenir la aparición de neurolinfomatosis en pollos, se puede destacar el cumplimiento de las normas sanitarias e higiénicas, una alimentación adecuada y completa del ave.

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