Pollos: lipidosis hepática

El mantenimiento y la alimentación inadecuados de los pollos provocan problemas hepáticos. No es raro que las mascotas emplumadas sufran lipidosis hepática o hígado graso. Puede ser congénito o aparecer como resultado de una violación en el cuerpo de un individuo en el metabolismo de las grasas. Esta enfermedad es bastante peligrosa y, en primer lugar, afecta la productividad de las gallinas y su producción de huevos. Por eso, es muy importante diagnosticar a las gallinas ponedoras de vez en cuando para poder identificar la enfermedad a tiempo y afrontarla, sin provocar complicaciones ni la muerte.

Existen varias causas de lipidosis hepática en aves. El principal es el alto contenido de grasa en los alimentos que se les da a los pollos. Una gran concentración de grasa es muy difícil de procesar para el cuerpo, por lo que la mayor parte se deposita en el cuerpo.

La segunda razón del hígado graso es la alimentación frecuente de aves de corral. El cuerpo no puede digerir una gran cantidad de alimentos, lo que provoca que se depositen granos en él. Y esto no sólo lo sufre el hígado, sino también otros órganos.

Otra causa de esta enfermedad en los pollos es la enfermedad de la tiroides. En las mascotas emplumadas, el metabolismo de los alimentos se altera, está controlado por la «glándula tiroides» y, después de un tiempo, la grasa se acumula lentamente en el cuerpo.

La lipidosis hepática puede ocurrir debido a la exposición de los pollos a productos químicos, si hay alguno en el sitio y el ave se acercó demasiado a ellos. Los más peligrosos para las mascotas emplumadas son el fósforo, las aflatoxinas, el arsénico y el cloroformo. Debido a ellos, el hígado puede dejar de funcionar por completo.

Por signos externos, es bastante difícil determinar que el ave está enferma. Ella continúa caminando activamente por el jardín, se ve genial. Sin embargo, existen algunos síntomas de la enfermedad del pollo que revelarán un hígado graso. En primer lugar, se trata de una disminución de la productividad, la puesta de huevos. Además, las mascotas emplumadas aumentan de peso, sus aretes y peine se vuelven blancos y se hacen más grandes.

Si un avicultor ha detectado lipidosis hepática en sus aves, el tratamiento de los pollos debe iniciarse inmediatamente, ya que la enfermedad se desarrolla rápidamente y cada día será más difícil salvar al individuo. Lo principal que hay que hacer es incluir en la dieta de las mascotas emplumadas alimentos especiales sin grasa, enriquecidos con oligoelementos y vitaminas, que le permitirán hacer frente a la enfermedad de forma rápida y eficaz.

En el tratamiento del hígado graso en pollos se pueden utilizar fármacos como inositor, metionina, lecitina y otros fármacos similares.

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