Pollos: Enfermedades de los pollos de engorde.

A diferencia de los pollos de huevo y de carne y huevo, los pollos de engorde son mucho más susceptibles a diversas enfermedades. Esto se debe principalmente al rápido crecimiento de las mascotas emplumadas, para lo cual necesitan gastar mucha más fuerza y ​​​​energía. Los pollos de engorde son muy susceptibles a las enfermedades infecciosas y, por lo tanto, deben mantenerse separados de otras aves, razas y grupos de edad.

Las enfermedades infecciosas más comunes de los pollos de engorde son la pullorosis, la coccidiosis y la aspergilosis. Al primer signo de la aparición de la enfermedad, los individuos infectados deben aislarse del resto de la población y sus excrementos no deben utilizarse como fertilizante.

Cuando los pollos de engorde padecen pullorosis, tienen heces blancas. La enfermedad se presenta de forma aguda y para su tratamiento es necesario utilizar fármacos como la furazolidona y la biomicina.

La coccidiosis, por regla general, aparece en mascotas emplumadas si se las mantiene en habitaciones húmedas y sin limpiar. Puede determinar la enfermedad en pollos de engorde por heces espumosas y con sangre. Para prevenir la coccidiosis, es necesario administrar sulfamidas al ave una vez cada cinco días hasta los dos meses de edad.

Otra enfermedad común en los pollos de engorde es la aspergilosis. Sus agentes causantes son los hongos del moho, cuya característica principal es la resistencia a los desinfectantes. Para prevenir enfermedades, el avicultor debe controlar constantemente la calidad de los alimentos para sus mascotas emplumadas, excluir de su dieta los productos mohosos y de baja calidad y también controlar constantemente para que la cama no se deteriore. Para la prevención, también se puede utilizar esencia de cloramina (0,2%), disuelta en agua.

Las enfermedades de los pollos de engorde no son necesariamente infecciosas. Puede ser simplemente beriberi del grupo A. Los síntomas de esta enfermedad de los pollos de engorde son inflamación de los ojos, palidez de la piel, patas, pico, dificultad para respirar, inestabilidad al caminar y despeinado. El tratamiento de esta enfermedad de los pollos de engorde consiste principalmente en la preparación de una dieta óptima para las mascotas emplumadas. A su alimentación se le añaden zanahorias y calabazas y, en invierno, hierba seca: trébol, alfalfa, heno y vitamina A en grandes dosis.

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