Cualquiera que haya visto alguna vez una cicuta en jardinería nunca olvidará este espectacular y atractivo árbol.
Las ramas colgantes y esponjosas con suaves agujas de color verde oscuro y conos en miniatura parecen invitarle a sumergirse en su espesa sombra y disfrutar del frescor en un día caluroso.
En nuestro país son especialmente populares las variedades de cicuta canadiense. Es poco exigente de cuidar, le encantan los suelos húmedos y las zonas sombreadas y también es resistente a las heladas. ¡Tales cualidades de una planta son solo una bendición para los paisajistas! El único inconveniente es que la planta crece muy lentamente, aunque esta característica de la efedra resulta útil en algunos proyectos de paisajismo a largo plazo.
La cicuta enana es ideal para decorar macizos de flores y bordes irregulares.
Las variedades rastreras se abrazan al suelo rocoso en toboganes alpinos y rocallas.
Cicuta muy eficaz «Gentch White», cuyos brotes jóvenes tienen un delicado tinte rosado, y la corona de una planta adulta está pintada de color esmeralda con agujas blanquecinas en los extremos de las ramas.
Para un macizo de flores pequeño ubicado a la sombra, la cicuta bebé Jervis es adecuada. El árbol crece hasta 35-50 cm, tiene un tono azulado de agujas. A veces, esta variedad de cicuta canadiense se planta en contenedores.
Para decorar macizos de flores y cenefas, es muy adecuada la cicuta «Jeddeloh», que en ocasiones puede soportar las duras condiciones de la vida, siempre que no haya corrientes de aire.
Las bellezas de hoja perenne de la cicuta aman el suelo húmedo, por lo que no se negarán a vivir en algún lugar cerca del embalse.
En nuestro país, la cicuta aún no es tan común como nos gustaría, pero los paisajistas están tratando de corregir esta situación, incluyendo esta lujosa planta conífera en composiciones de jardín.