Enfermedad dicroceliosis en ganado bovino.

Entre las diversas enfermedades parasitarias de las vacas, la dicroceliasis del ganado bovino se destaca en una categoría separada. Lo que hace especial a esta enfermedad es que afecta también al ganado menor, perros, cerdos, caballos, rumiantes salvajes y humanos. Por tanto, la aparición de un brote en una sola explotación amenaza con una pandemia para todos sus habitantes. Al mismo tiempo, el peligro de la enfermedad radica en el hecho de que en algunos casos puede provocar un agotamiento severo y la muerte del paciente.

vaca sana

Agente causal

La dicrocoeliosis es una enfermedad crónica que se acompaña de una disminución de la productividad de las personas, alteraciones del tracto digestivo y agotamiento general. Ocurre en la mayoría de los animales domésticos y salvajes, así como en los humanos. En los rumiantes, la enfermedad es más grave y a menudo termina con la muerte del individuo infectado. El agente causante de la enfermedad es un tipo especial de trematodo: Dicrocoelium lanceatum.

Descripción

Este helminto afecta principalmente al hígado y a la vesícula biliar. El trematodo pertenece a la categoría de lanceolados. El cuerpo del gusano se estrecha hacia los extremos, tiene un color gris oscuro y su longitud es de 5 a 15 mm. Hay ventosas en el cuerpo, con la ayuda de las cuales el parásito se fija en los conductos biliares. Detrás de la ventosa ventral se encuentran los testículos, cerca del frente está la abertura genital.

El parásito se reproduce poniendo huevos. Son de color marrón y de forma asimétrica. Además, las características de los huevos de este trematodo incluyen una cáscara gruesa que protege a la larva (miracidios) de influencias externas dañinas.

El ciclo biológico del patógeno.

Dicrocoelium lanceatum requiere huéspedes intermediarios para un ciclo completo de desarrollo. Son hormigas y moluscos (10 especies que viven en la tierra). Todo el proceso de desarrollo de helmintos es el siguiente:

Ciclo completo de Dicrocoelium lanceatum

  1. La dicrocelia adulta, que parasita los conductos biliares del hígado, pone huevos que, junto con el flujo de bilis, ingresan al intestino.
  2. Aquí, la bilis se mezcla con las heces y, durante la defecación, los huevos ingresan al ambiente externo.
  3. Los miracidios, encerrados en una concha, son tragados por los moluscos de agua dulce en el ambiente externo.
  4. En su cuerpo, la larva se libera del huevo y se traslada al intestino medio del caracol, donde pasa gradualmente a la etapa de esporocisto. Dentro de dicha formación, se forman varios esporocistos hijos y, después de su maduración completa, el materno desaparece por completo.
  5. A partir de los quistes hijos se forma otra etapa de larvas: las cercarias. Un organismo de este tipo viaja a los pulmones del huésped intermedio, donde las larvas se transforman nuevamente en forma de quiste. Se recogen en grumos mucosos, cada uno de los cuales contiene entre 100 y 300 dicrocelia.
  6. Los grumos mucosos formados a través de la cavidad respiratoria ingresan al ambiente externo, donde se fijan con la ayuda de moco en los objetos y plantas circundantes.
  7. En el futuro, las hormigas recogerán y comerán estos grumos. Al mismo tiempo, al entrar en el vientre del insecto, la larva se libera del caparazón y se desarrolla hasta la etapa de metacercaria.
  8. La infección de una vaca se produce mientras come hierba con hormigas, que resultan ser portadoras del helminto en desarrollo.

En general, el ciclo completo de desarrollo de la larva de dicrocelia hasta su entrada en el cuerpo del huésped final dura entre 3,5 y 4,5 meses. Otros 1,5-3 meses son la maduración final en el cuerpo de una vaca u otro animal. La invasión puede durar varios años, afectando negativamente el crecimiento y desarrollo del ganado.

Resistencia a influencias externas.

En el entorno natural, los miracidios en el caparazón son extremadamente estables. La larva puede mantener su viabilidad bajo tales influencias:

  • a una temperatura de 50 grados sobrevive un día;
  • bajar a -50 grados transfiere sin daños;
  • el secado semanal a la luz solar directa a una temperatura de 20 grados tampoco afecta la viabilidad de la larva;
  • en la etapa de metacercarias, el helminto puede pasar el invierno con seguridad en el cuerpo de las hormigas.

En la etapa de metacercaria, el helminto puede pasar el invierno en el cuerpo de una hormiga.

Desde el tracto respiratorio de los moluscos, las larvas se liberan con mayor frecuencia al ambiente externo después de la lluvia. En este momento, la humedad del aire sube por encima del 67% y la temperatura desciende. Estas condiciones contribuyen a una mayor actividad de los caracoles y, en consecuencia, los parásitos pueden propagarse más activamente.

La infección de las vacas en los pastos generalmente ocurre durante los primeros pastos. Después de 1,5-2 meses, las heces de los animales ya contienen huevos de trematodos. La magnitud de la infección es especialmente alta en el período primavera-verano. Los brotes de la enfermedad se pueden rastrear en varios países. Pero en las regiones con clima cálido, las epidemias están más extendidas y ocurren con mucha más frecuencia.

Síntomas

El grado de manifestación de los signos clínicos de dicroceliosis depende en gran medida de la cantidad de helmintos que parasitan en el cuerpo, así como del estado físico general del animal. Con una invasión mínima, los síntomas de la enfermedad prácticamente no aparecen. En este caso, los trematodos pueden vivir libremente en el hígado durante varios años.

Si el grado de infección es alto, la enfermedad puede ir acompañada de las siguientes manifestaciones:

  • anemia;
  • pérdida gradual de peso del animal;
  • coloración amarillenta de las membranas mucosas;
  • violación del sistema digestivo, que puede expresarse en estreñimiento o diarrea;
  • hinchazón en el pecho y peritoneo;
  • disminución de la producción de leche en vacas adultas y aumento de peso en animales jóvenes;
  • la lana se vuelve quebradiza, pierde su brillo y color;
  • el animal puede entrar en coma.

¡Atención! El resultado letal se puede rastrear en el ganado con invasión intensiva si no se siguen las reglas básicas para la cría de ganado. En las formas leves de la enfermedad, también se observa a menudo una disminución del apetito de la vaca.

Diagnóstico

Para confirmar el diagnóstico de dicroceliasis en bovinos, se están realizando investigaciones en varias direcciones a la vez. En primer lugar, se realiza un análisis de los signos clínicos de la enfermedad. Si el resultado es positivo, se realiza una prueba de laboratorio.

Como material de diagnóstico se toman heces frescas de vaca. Se examina mediante el método de descargas sucesivas. El objetivo de este análisis es identificar huevos de helmintos en las heces.

Prueba de sangre

La infección por parásitos también se puede determinar mediante un análisis de sangre. Con este tipo de invasión en la sangre se observa una mayor cantidad de inmunoglobulinas, eosinófilos y bilirrubina. Este método no identifica con precisión la naturaleza del agente causante de la enfermedad, pero puede indicar la presencia de helmintos en el cuerpo.

En caso de muerte del animal, se realiza un examen post mortem adicional antes de realizar un diagnóstico preciso. Al mismo tiempo, los siguientes cambios son evidencia de la presencia de dicroceliasis en el ganado:

  • las huellas de agotamiento son claramente visibles en el cuerpo del animal;
  • el color del hígado cambia a amarillo-marrón y el órgano en sí aumenta notablemente de tamaño;
  • la vesícula biliar también aumenta de tamaño;
  • los conductos biliares dentro del hígado están dilatados y llenos de exudado líquido;
  • dentro de los pasajes, se ven áreas de tejido inflamadas y moribundas;
  • en la sección del hígado y la vesícula biliar se puede encontrar una gran cantidad de trematodos.

Vale la pena señalar que para hacer un diagnóstico intravital preciso, algunos científicos también recomiendan realizar un estudio de las hormigas de las áreas de pastoreo del rebaño. Si se encuentran metacercarias en el vientre de un insecto, esta es otra evidencia a favor de la presencia de dicroceliasis en los animales.

Tratamiento

El tratamiento del ganado infectado se realiza mediante desparasitación. Se lleva a cabo con los siguientes medicamentos:

  1. Albendazol. La composición se utiliza en base a la proporción de 0,01 g por kilogramo de peso de vaca. La dosis especificada del medicamento se mezcla con alimento para animales.
  2. Fenbendazol. Se utiliza en una cantidad de 33 mg por 1 kg de peso. Este antihelmíntico también se mezcla con los alimentos. El medicamento se administra al animal una vez al día durante 2 días.
  3. Fascover. Este remedio se utiliza como inyección intramuscular. La dosis es de 1 ml por 10 kg de peso del ganado. El procedimiento se realiza una vez.
  4. Hexicol. La droga también se mezcla con alimento para ganado. En este caso, una dosis es de 0,3 g por 1 kg de peso. El volumen especificado de la composición se mezcla con 1 kg de pienso compuesto.

albendazol

Para tratar la enfermedad, puede utilizar hexaclorparaxilol, bitionol, fazineks y otros antihelmínticos. Todos los preparados que se mezclan con la comida se pueden utilizar en la alimentación grupal. Si durante el curso de la enfermedad el animal está muy debilitado, es mejor abordar su tratamiento de forma individual. En este caso, son adecuadas las inyecciones intramusculares y los agentes orales.

¡Atención! El cumplimiento de las condiciones óptimas de detención acelera significativamente la recuperación del ganado.

Prevención

Una forma eficaz de prevenir la dicroceliasis en el ganado es la desparasitación periódica de todo el ganado. Además, este procedimiento se lleva a cabo, por regla general, de noviembre a diciembre, cuando se determina el contenido de los animales en los establos. El procedimiento se repite antes de llevar a las vacas a pastar.

Para evitar que los helmintos entren en el cuerpo, es mejor pastar el ganado en pastos que sean seguros para la dicrocelia. Además, la prohibición regional de exportar masas de estiércol a los territorios destinados a pastos permite reducir el riesgo de enfermedades en las vacas.

La mejora de las zonas de pastoreo existentes se lleva a cabo reduciendo la población de moluscos terrestres. Esta medida preventiva se implementa de las siguientes maneras:

  1. Montaje manual. Se realiza en verano, cuando los moluscos esperan que pase el calor en los tallos y ramas de las plantas.
  2. Pollos pastando en el pasto. Según los resultados de una investigación realizada por científicos nacionales, se encontró que 300 gallinas son capaces de reducir la cantidad de caracoles en más del 5% en un área de 80 hectáreas en 4 minutos. En los próximos 20 días, esta cifra se eleva al 97%.
  3. Paisajismo. Este método implica la eliminación de arbustos, matas, escombros y piedras del pasto. En este caso, se eliminan los lugares naturales de anidación de los caracoles, lo que provoca una disminución de su población.
  4. Procesamiento químico. Se lleva a cabo pulverizando compuestos químicos especiales sobre el pasto. Estos incluyen el fármaco «D», cloruro de potasio, metaldehído en gránulos (5%).

También entre las medidas preventivas para combatir los helmintos se incluyen inspecciones periódicas del ganado por parte de un veterinario. Además, en el caso de importación de ganado de otras explotaciones, el animal es puesto en cuarentena y, además de un examen veterinario, sus heces se envían para análisis de laboratorio.

Estudio de laboratorio de heces.

Vale la pena señalar que un punto importante en la prevención de la enfermedad es también el cumplimiento de las normas sanitarias y veterinarias básicas para la cría de animales.

La dicroceliasis en el ganado bovino puede causar daños considerables a la ganadería. Tal dolencia puede ralentizar el crecimiento de los animales jóvenes, reducir la productividad de la leche y la carne del ganado y debilitar el cuerpo del animal, lo que aumenta el riesgo de enfermedades secundarias. La situación se complica aún más por la leve gravedad de los síntomas. Por lo tanto, es mucho más fácil proporcionar al ganado una prevención de alta calidad que tratar una enfermedad progresiva en el futuro.

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